No es novedad que las personas y el traslado de mercancías en las ciudades no tiene espacio para todos. Muchos hacen su trayecto diario al trabajo combinando varios medios de transporte, como el autobús con el monopatín, la bicicleta o las caminatas. Aquí entra el concepto de Movilidad intermodal o multimodal. ¿Sabes cuál es su importancia?  

La Intermodalidad permite un sistema de transporte que integra varios medios para movernos en el mismo recorrido. Por ejemplo: en autobús, metro, tren y bicicleta. Dado que es complicado hacerlo en una línea directa, es relevante que los ciudadanos podamos combinar otros modos para optimizar nuestra ruta diaria. La clave es la integración entre cada uno de estos medios. 

Así, los usuarios elegimos según nuestras necesidades, cómo hacer cada recorrido. La integración vuelve los viajes más seguros y eficientes. Por eso, la articulación de otros sistemas es positiva para no colapsar cada medio, ya que uno alimentará al otro. 

Esta solución confirma el imparable proceso de humanización que busca reducir el espacio destinado al vehículo privado, para generar un tráfico amigable con el ambiente.

Inserta tu rutina de viajes aquí 

Sigamos combinando ejemplos. Vamos ahora con uno más concreto, adaptado a tu ciudad. ¿Vives lejos de tu trabajo y te mueves en transporte público? ¿Cómo lo haces? (Inserta tu ciudad aquí. ¡Muchas gracias!). Bien, en tu caso llegar a la oficina lleva alrededor de una hora. Posiblemente camines unos 5/10 minutos, tengas que tomar el metro y luego el autobús.

Sigamos imaginando y avanzando. Otra opción es llegar a la estación del metro en bicicleta y subirla contigo. En lugar de tomar el autobús, puedes pedalear hasta la oficina. 

Incluso, tienes compañeros de trabajo que llegan desde más lejos, que además de hacer el mismo trayecto, toman el tren. Esto también es Intermodalidad. Un sistema de transporte público sostenible que permite la integración de varios medios para trasladarnos. En tu caso: bus, metro, tren y bici.

Última milla. Primera solución verde.

También se puso en movimiento la variante de viajes de última milla, que busca finalizar el recorrido de su viaje en algún medio alternativo o “verde” que no genere congestión, como bicicleta, monopatín, patineta, rollers u otros. 

Las soluciones tradicionales al problema de la última milla están vinculadas al desarrollo de infraestructura (como ciclovías o bicisendas) y reformas en la planificación urbana. Entonces, ¿crees conveniente un sistema así? ¿Consideras que podría implementarse en tu ciudad? 

O inserta tu medio favorito sustentable también aquí y sigue avanzando. Luego puedes contarnos tu experiencia real.

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