Desde Ualabee trabajamos por la adopción de una movilidad integral que garantice una convivencia armoniosa entre ciudadan@s, medioambiente y urbanismo. En esta oportunidad, hemos reunido la palabra de especialistas en movilidad de la región latinoamericana, apostando a la construcción de espacios plurales y al trabajo en conjunto para obtener resultados a gran escala. 

Dialogamos con Mariana Salvador, Jimena Perez Marchetta, Marianely Patlán y Daiana Sulligoy a partir de ejes claves para comprender qué sucede con el transporte alternativo y cuáles son las acciones que pueden llevar a cabo l@s ciudadan@s y las instituciones públicas y privadas.

  • ¿En qué pensamos cuando escuchamos los términos movilidad alternativa/movilidad sostenible?
  • ¿Qué lugar ocupan las bicicletas, scooters y patines en latinoamérica?
  • ¿Es el auto el medio de movilidad que nos conviene para desplazarnos por las ciudades del presente y del futuro? 

El automóvil es un vehículo de baja capacidad de transporte (2 a 5 pasajeros) y que posee altas emisiones contaminantes (a lo largo de su vida útil desprende 15 toneladas de CO2 ) siendo el dióxido de carbono el elemento que contribuye al aumento del efecto invernadero. ¿Cómo sucede esto? Mediante las emisiones de los tubos de escape, el rozamiento de las ruedas sobre el pavimento y otros componentes que deterioran la atmósfera. Estos datos refuerzan nuestro compromiso por construir una mirada amplia sobre medios de movilidad alternativos.

¿De qué manera contribuimos al desarrollo de ciudades sostenibles al optar por la micromovilidad?

DS: Las ciudades son nuestro hogar público, es donde vivimos el resto del tiempo en que no estamos en nuestras casas. Necesitamos que sea inclusivo, seguro, amigable con el medioambiente y sin contaminación auditiva o de aire. 

Sentirnos cómodos en nuestro hogar es nuestra tarea, por lo cual optar por maneras de movilizarnos en tramos cercanos de forma sostenible es ayudar a que nuestras ciudades también lo sean.

JPM: La bicicleta nos permite movernos de forma eficiente y amigable con el ambiente. Además, las bicicletas de carga han demostrado su enorme potencial para ampliar las opciones de viaje que antes eran limitadas. Podemos trasladar personas, bultos y todo lo que en otro momento nos parecía imposible.

La sostenibilidad consiste en poder asegurar nuestras necesidades como habitantes sin comprometer las necesidades de futuras generaciones. Una bicicleta no tiene obsolescencia programada, puede estar en nuestros hogares por varias décadas y siempre será un vehículo eficaz para nuestros viajes cotidianos. 

Educación para la movilidad

Proveer de herramientas e información sobre movilidad a los ciudadanos es el punto de partida para alcanzar la movilidad sostenible. No hacemos referencia a un glosario de normas que aprender, sino a las responsabilidades y posibilidades que se abren al momento de elegir cómo desplazarse. El respeto por el uso de todos los medios de transporte posibilita desplazamientos plurales y prácticos en la ciudad.

¿Cómo se puede generar un entendimiento en la sociedad latinoamericana sobre el impacto de la movilidad individual motorizada, teniendo en cuenta sus efectos sobre el medio ambiente y congestión de las ciudades?

MP: A través de acciones que se complementan entre sí. Por ejemplo, desde el sector público, las ciudades pueden desarrollar políticas públicas basadas en el comportamiento y orientadas a generar un cambio en los patrones identificados. Al mismo tiempo, dotar de infraestructura para el transporte sustentable, campañas de comunicación, procesos participativos, monitoreo de avances y ajustes conforme avance la implementación de la política en cuestión. 

Aunque considero que hay muchísima información sobre el impacto ambiental que tiene el sector transporte en las ciudades de Latinoamérica, hacia dónde debemos voltear es hacia qué tan accesible -o no- resulta esta información, desde la parte técnica hasta la parte de difusión. Es por esta razón, que las organizaciones de la sociedad civil son fundamentales para difundir, facilitar el acceso a información y para ayudar a visibilizar impactos de la movilidad individual. De esta forma, se pueden empujar cambios hacia formas colectivas más limpias y equitativas de movilizarnos y para incidir en el diseño e implementación de políticas públicas de movilidad. 

Planificar para ejecutar: ¿Cómo se construye un desplazamiento sostenible e integral? Claves para la gestión de la movilidad

 Las leyes de movilidad permiten fijar los instrumentos para llevar a cabo un plan global y acorde a la infraestructura de cada urbe. Actualmente muchas de ellas responden a un criterio autocéntrico, y en definitiva, a la ausencia de la cultura ciclista y el desarrollo de infraestructura amigable con otros medios de transporte.

Necesitamos trabajar para cambiar este escenario, construyendo proyectos basados en la planificación de datos y políticas de movilidad junto a las de desarrollo urbano y económico. Creemos que toda iniciativa coordinada por l@s ciudadan@s, el sector público y privado obtendrá excelentes resultados. 

¿Qué estrategias pueden implementarse para promover el ciclismo urbano en la ciudad?

MS: Desde lo gubernamental hay tres ejes para la promoción del ciclismo como política de estado:

1- El desarrollo de la cultura ciclista 

2- El desarrollo de infraestructura (vial, verde, mobiliarios, baja de velocidad,etc)

3- Transformar el imaginario social sobre la concepción de la bici como modo de transporte

Para desarrollar estas estrategias cada ciudad debería contar con un área (dirección, secretaría) que tenga como objetivo la cicloinclusión de forma integrada e integral, que converse con todas las secretarías municipales y articule con instituciones educativas y sectores privados.

JPM: Promover el ciclismo urbano en las ciudades debe ser abordado desde varias perspectivas y para eso debemos trabajar en un plan interseccional. Tener datos sobre cómo es la movilidad actual de las personas nos sirve para tener un punto de partida, diseñar infraestructura segura (ciclovías, estacionamientos de bici, calles calmas) va a funcionar como atractoras de nuevos/as usuarias, campañas de educación vial no autocéntrica permiten reforzar el concepto de convivencia vial y legislación que asegure la continuidad de las políticas públicas a favor de la movilidad activa darán el marco regulatorio para que lo avances no se diluyan con cambios de gobierno.

¿Qué percepciones tienen l@s usuari@s de Smod sobre la utilización de la bicicleta y el scooter como medio de transporte? ¿Resultan esenciales o complementarios?

DS: Creo que las bicicletas son esenciales para como medio de transporte, la bici pública y la bici privada o compartida, todas estas herramientas pueden convivir en nuestras ciudades y complementarse llegando a usuarios diferentes. 

En tanto los scooters, deben estar limitados en velocidad y comenzar a regir normas claras para los usuarios, en ese sentido podrán convivir en las ciudades. 

¿Cómo se podría interpelar a los ciudadanos de la región para que opten por realizar traslados en bicicleta? ¿Cuáles serían sus efectos concretos?

MP: La bicicleta es, definitivamente, el vehículo del futuro. Sin embargo, nuestra responsabilidad como urbanistas es planear ciudades y brindar opciones de transporte sustentable considerando la estructura urbana y una variedad de gustos, preferencias, tipos de movilidad, horarios, motivos de viaje, climas y edades. 

Sin dejar de lado la importancia de tener sistemas de transporte público limpio, de gran calidad, accesibles y cómodos. Mejorar la calidad del transporte público nos va ayudar a mejorar la experiencia de viaje y, con ello, a que las personas que ya lo utilizan (es el principal modo de transporte en la región) no cambien hacia modos de transporte individuales motorizados, eso es lo que queremos evitar.

La movilidad activa (peatonal y ciclista) y el transporte público, no están en competencia. De hecho muchas ciudades han logrado integrar a la bicicleta (a través de sistemas de bicicleta pública) al sistema de movilidad de la ciudad. Lo cual, definitivamente es un gran punto a favor de la multimodalidad, además de que abona a mis comentarios anteriores de la movilidad peatonal como complemento natural de todos nuestros viajes.

MS: Para hablar de movilidad sustentable, debemos necesariamente hablar de promoción de la movilidad activa y micromovilidad con perspectiva de género porque esto último permitirá contemplar todos los cuerpos al momento de planificar (mujeres, disidencia, niños, niñas, adultos mayores, personas con discapacidad). No sólo se trata de lograr una sustentabilidad ambiental, sino social (visión cero en siniestralidad, una movilidad silenciosa, no contaminante, y equitativa).

Pandemia y urbanismo táctico, una oportunidad para generar cambios

¿Qué se entiende por urbanismo táctico? ¿Esta opción favorece a los ciclistas?

MS: El urbanismo táctico se caracteriza por pequeñas acciones en el espacio público, con alto impacto, de forma provisoria y experimental. Generalmente tienen muy bajo costo, son de fácil implementación y si no funcionan pueden quitarse y si lo hacen, modificarse para que sean definitivas.

El urbanismo táctico vino a solucionar algunos de esos inconvenientes. El ejemplo más propicio ha sido la modificación de Time Square en NY, que realizó Jan Gelh; que era un lugar totalmente apropiado por el tránsito y estacionamiento de motorizados  y  el grupo de arquitectos realiza una intervención de “urbanismo táctico” donde cortan la calle para autos, la abren para las personas de forma experimental y colocan sillones de vereda  y observan cómo se comporta la ciudadanía. 

Si, favorece a las personas en bici porque tienen como objetivo recuperar espacio público. Suele suceder que las ciclovías bien hechas (si bien son muy baratas en comparación a la infraestructura para autos, no dejan de ser una gran inversión) y suelen tener mucha oposición al comienzo, entonces hacerlas de manera provisoria puede ayudar en algunos casos a generar aceptación social, y en otras situaciones como la pandemia permite crear vías de forma rápida para resguardar la vida y luego poder hacerlas definitivas.

¿En época de pandemia, la utilización de la bicicleta representa una opción viable para evitar el contagio? ¿De qué manera contribuimos al desarrollo de ciudades sostenibles al optar por la micromovilidad?

MS: La bicicleta en la pandemia tuvo a nivel mundial (me atrevo a decir) una re-valorización como modo de transporte y en algunas ciudades como París un fuerte incremento acompañado de excelente políticas públicas.

Las emisiones provenientes del sector transporte a nivel mundial son muy altas, y la tendencia para el 2030 es transformar y mejorar la tecnología para una movilidad más sustentable.

Lo cierto es que muy pocos países latinoamericanos hablan de emisiones cero en el transporte y promoción de la movilidad activa (evitar emisiones), y esto es preocupante, ya que para hablar de movilidad sustentable/ sostenible, no basta con cambiar a fuentes de energías (autos eléctricos) ya que la matriz energética será por muchos años dependiente de los combustibles fósiles y el auto eléctrico depende del litio cuya extracción y uso tiene impactos negativos. Además del efecto rebote de la mejora tecnológica.

JPM: Si, la bicicleta al ser un transporte individual, reduce las posibilidades de entrar en contacto con otras personas. De todas formas hay varios estudios que señalan que con las medidas necesarias el transporte público no representa un foco de contagio mayor que otros contextos cotidianos.

Lo que tenemos que saber, es que lo que no es viable de ninguna forma es que cada persona que necesite moverse elija un medio particular que contamina y ocupa mucho espacio como el automóvil. Ahí es donde la bicicleta juega un rol fundamental en la salud y la equidad del espacio de nuestras ciudades.

Las ciudades están cambiando y nosotr@s, l@s ciudadan@s también. Con el correr del tiempo hemos conocido diferentes iniciativas que promueven el avance del cuidado por el medioambiente y la gestión de un urbanismo responsable que contempla otras formas de habitar el espacio. 

Sin dudas la movilidad sostenible viene tomando protagonismo y abre la puerta a otras temáticas referidas al acceso de los centros de trabajo, el género y su relación con los desplazamientos y la salud de los seres humanos.

¡Apostemos a este nuevo modelo de movilidad! La gestión responsable está en manos de tod@s.

Referentes

Mariana Salvador 

Abogada, activista de la movilidad activa con perspectiva de género, fundadora de Santa Fe en Bici, cofundadora de ‘Argentina en Bici’ y Alcaldesa de la Bicicleta de Santa Fé, Argentina en el marco del programa de BYCS, ONG internacional con sede en Ámsterdam.

Marianely Patlán

Licenciada en urbanismo, co-coordinadora de la Red Latinoamericana de Ciudadanos «Ciudad Verde» y consultora en movilidad activa en ITDP México (Instituto de Políticas de Transporte y Desarrollo), enfocado en proyectos relacionados con el uso de bicicletas en diferentes ciudades de México.

Daiana Sulligoy 

Lic. en Relaciones Internacionales y desarrolladora de negocios en Smod, empresa de triple impacto dedicada al desarrollo de soluciones de micro-movilidad sostenible, pensada para ciudades emergentes de Latinoamérica.

Jimena Perez Marchetta

Alcaldesa de la Bicicleta de Salta, Argentina, en el marco del programa de BYCS, ONG internacional con sede en Ámsterdam.

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