Luego de la pandemia, el desarrollo urbano reseteó viajes cotidianos y al mismo tiempo potenció un montón de hábitos: hiperconectividad, contacto con la naturaleza, preocupación por el futuro, sostenibilidad, virtualidad laboral y uso de apps; guiño aquí para las de transporte público 😉 ¿Te identificas con algunos?
Estos rumbos revalorizaron los espacios verdes, ya que no se habitan de igual modo los centros urbanos, con oficinas y edificios corporativos de lleno parcial e irregular, acompañando un uso menor de automóviles y potenciando a las dos ruedas más conocidas: la bicicleta y el monopatín.
Más cerca es mejor
Este efecto dominó que involucra medios de movilidad impactó en el desarrollo urbano. Más ciclovías y más necesidad de ganarle terreno a la calle que, hasta hace poco estaba conquistada por autos en mayor porcentaje.
Así, adaptamos nuestros hábitos a otra convivencia en el espacio. Gracias a la tecnología, aprendimos que todos los medios de circulación están medidos por los datos en tiempo real.
Dichos datos, se van definiendo proporcionalmente. Según la cantidad de gente que concurre a un determinado lugar, en x medio y franja horaria con menos o más tránsito.
Entonces, la planificación buscó enriquecer el espacio público local desde productos, servicios e instituciones pensadas en la vieja y querida proximidad, a pequeña escala. Desalentando grandes superficies e integrando el entorno urbano acotado.
Menos tiempo es genial
Durante esta realidad, un reconocido urbanista colombiano, Carlos Moreno propone una idea tan global como genial, la Ciudad de 15 minutos. La consigna es que uno pueda tener las necesidades básicas en una distancia cercana al hogar, con accesos al lugar de trabajo y a los lugares cotidianos de ocio, salud, educación y comercios cercanos, entre otros.
Vamos a una variante que nos gusta en Ualabee: los números. Por ejemplo: un ciudadano de Buenos Aires gasta en promedio 2 horas por día en traslados. Multiplicado por 5 días laborales la cuenta da 10 horas a la semana, 40 al mes y 480 al año. Un total de 28.800 minutos menos de sueño, vida social, familia y ocio, perdidos en traslados 😬
Entonces nos preguntamos, ¿cuánto cotiza un cuarto de hora? Depende de quién lo valore: 15 minutos pueden ser un café, un rato en el jardín, una caminata diaria o leerle un cuento a tu hij@. También puede ser la espera de un tren, una fila para sacar turno en una clínica o el tiempo que recorres bajo tierra para completar la combinación de líneas de metro de tu ciudad.
Claramente, la forma en que nos movemos impacta en la forma en la que vivimos. La respuesta al equilibrio mental, físico y emocional también la puedes completar de acuerdo a tu semana, experiencias y cuánto tiempo ganes usando Ualabee 😎
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